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Pasado, presente y futuro. Realidad de todos los días.

Balance

sábado, 30 de diciembre de 2017
Se acerca el final del año y, como de costumbre, la hora de hacer el balance anual de nuestro paso por el mismo. Un análisis cíclico, donde evaluamos las metas cumplidas, tanto en lo personal, familiar, profesional, espiritual y social, que tan convencida e ilusionadamente nos propusimos cumplir al comienzo del año.

 
También de las incumplidas, generalmente la gran mayoría, bien por no haberlas empezado o bien por haber desistido voluntariamente de ellas al poco tiempo de haberlas iniciado.

Son nuestras viejas conocidas, por ser repetitivas en el tiempo y que cada año rescatamos afanadamente, quizás, pensando que alguna vez tendrá que ser la buena. En ocasiones, la fe en uno mismo, aunque sea poca, supera fácilmente al resultado consabido.

También es hora de hacer balance anual de nuestra ciudad. Ver los logros alcanzados, que alguno tendrá que haber. Las metas inconclusas, que por su cantidad habrá que priorizar. Y los aspectos a mejorar, que sin duda serán muchos y variados.

Y, como de costumbre, también se proyectará el año entrante renovando las ilusiones de nuestras viejísimas necesidades, y a las que, como también es costumbre, se les prestará la misma atención que los demás años. Son, entre otras: La terminación completa y puesta en funcionamiento del tan necesario Hospital; la urgente implantación de una red ferroviaria equiparable a cualquier otra ciudad española; la revitalización de nuestro comercio local y la facilidad burocrática para la atracción de nuevas empresas que proporcionen la creación de puestos de trabajo; la apuesta convencida por el turismo como fuente de riqueza y, por supuesto, una inversión clara y diferenciadora por la Cultura en nuestra ciudad. Si, esa ciudad que quiso aspirar a Capital Europea de la Cultura, sin apenas inversión en infraestructuras, y con un gasto en merchandising (puntos de colores, posavasos, camisetas, gorras, pancartas, globos, imanes,  etc.), cercano al despilfarro.
 
Pero, como dijo Albert Einstein, la insensatez consiste en “hacer siempre lo mismo y esperar resultados diferentes”. Y así nos va. Feliz año para todos.


Inconformismo, protesta y plataformas.

domingo, 10 de diciembre de 2017
El inconformismo es la actitud de la persona que no se conforma fácilmente con una circunstancia determinada, especialmente cuando es impuesta o injusta, pudiendo rebelarse ante la misma con el objetivo de poder modificarla. No tiene por qué entenderse como un término negativo sino más bien como un estímulo, porque es evidente que el inconformismo ha servido, a lo largo de la historia, como motor para impulsar importantes cambios sociales.

 
La protesta es la acción y efecto de protestar, es decir, proclamar o declarar un propósito, expresar impetuosamente una queja o disconformidad. Y entendemos como protesta social, la acción colectiva de la ciudadanía, o de una parte importante de ella, en defensa de sus derechos. Un medio para manifestar y expresar opiniones e ideas, y también, como hemos dicho, para exteriorizar disconformidad. Una manera de evidenciar públicamente los problemas que afectan a determinados colectivos, y con ello, subrayar la responsabilidad de las autoridades de dar atención a sus demandas y a sus necesidades.

La falta de atención a dichas demandas y necesidades por parte del poder político, con la lógica discriminación entre iguales que dicha dejadez conlleva, ha estimulado a los ciudadanos a asociarse en plataformas para defender, demandar o reclamar derechos e intereses generales que le son negados, arrebatados o dilatados en el tiempo.

Actualmente y entre otras, sirvan como ejemplo: la “Plataforma en Defensa de un Tren Digno”; “Salvemos la Montaña”, en su demanda de información y transparencia; o “Cáceres se mueve”, en contra de la apertura por fases del nuevo Hospital de Cáceres.

Las plataformas ciudadanas, alejadas en principio de cualquier significación política, se definen por tanto como una forma de organización social que actúa desinteresada y altruistamente en defensa del interés común, manifestando su disconformidad con políticas públicas, o conductas de poderes públicos, que afectan de manera significativa al ejercicio de sus derechos. Como vimos y demostramos el pasado 18N, gracias a una de las plataformas citadas, la unión hace la fuerza y es siempre una manera eficaz y pacífica de presión. Quizás, ese sea el camino.
 
 
 
 

¿Honorables? Las ratas no tienen honor

jueves, 23 de noviembre de 2017
Son simplemente ratas. Y como tales, dignas de desprecio. De pelaje espeso (cómo no), habitan en los entornos urbanos. Son omnívoras, es decir, comen de todo y vorazmente. Y son capaces de contaminar mayor número de alimento del que ingieren. Tienen facilidad de reproducción, extraordinaria vitalidad, capacidad de adaptación, orientación y flexibilidad para introducirse en cualquier sitio. Son ciertamente astutas, persistentes y amantes de trabajar organizadamente. Llegan incluso, a utilizar la intimidación, camuflada de falso pacifismo, para enfrentarse a animales de mayor tamaño.

No pueden distinguir colores, son daltónicas, aunque curiosamente el amarillo puede llegar a atraerlas. Gustan mucho de la especiación o separación de su especie, algo que les viene rondando desde hace más de 2,5 millones de años. Les gusta causar el caos a su alrededor, ya que compiten con las especies autóctonas del lugar por el alimento, destruyendo aves, polluelos, huevos y nidos que vivían en paz y en armonía hasta su fatal llegada.
 

Si bien las más grandes acaban imponiendo su poder, gustan de rodearse de otras ratas menores u oportunistas con quienes, en ocasiones, llegan a asociarse para seguir esquilmando el normal funcionamiento de las urbanizaciones que habitan.

Son vectores transmisores de enfermedades infecciosas y contagiosas. Algunos autores las citan como las causantes, entre otras, de la peor plaga de la historia, la peste negra, en el siglo XIV.

La erradicación de las ratas, una vez establecidas en un lugar, es extremadamente difícil. Y es fácil entender por qué: durante muchos años, se han ido creando las condiciones perfectas para su bienestar. Se han asentado al calor y protección de distintas conveniencias y, lógicamente, han ido prosperando. Y ahora, representando un gran potencial de contaminación, se han convertido en compañeras indeseadas para el conjunto. Posiblemente, se tengan 155 medios para su erradicación, pero igual no son suficientes, porque han creado y desarrollado en el tiempo una gran resistencia genética, donde su natural antídoto es más poderoso que cualquier raticida. Al final, veremos a ver si, como en el cuento, no será necesario otro Flautista de Hamelín.

Lección de Karma

viernes, 28 de julio de 2017

Cuando un pájaro está vivo, se come a las hormigas.
Cuando el pájaro está muerto, las hormigas se lo comen a él.
El tiempo y las circunstancias pueden cambiar en cualquier momento.
No subestimes o lastimes a nadie en la vida.
Puede que hoy seas poderoso,
pero recuerda que el tiempo es más poderoso que tú.
Se necesita sólo un árbol para hacer un millón de cerillas;
y sólo una cerilla para quemar un millón de árboles.

Por tanto, se bueno y haz el bien.

Mentidero Municipal

sábado, 22 de julio de 2017
Cada cierto tiempo, de forma sistemática y a modo de martillo pilón, asistimos al vergonzoso cruce de declaraciones entre el equipo de gobierno municipal (a veces la propia Alcaldesa), y el grupo Ciudadanos “sostenedor” del mismo (generalmente su líder), a cuenta de los, al parecer, numerosos incumplimientos, mentiras y engaños del primero, con respecto del segundo.

Y digo vergonzoso porque, en dicho cruce de declaraciones (como en el último por ejemplo), a veces se pierden las formas, se recurre a la ofensa y descalificación gratuita y se vocifera en redes sociales, quizás buscando el aplauso fácil, que en nada favorece el debate y que, posiblemente, perjudica más que beneficia a las propias partes. 

 
Y, aireado ya el asunto, cabría preguntarse cuál de las dos partes verdaderamente miente: ¿Los primeros que, presuntamente, no cumplen el pacto de legislatura firmado, o aquél que engañado varias veces manifiesta una y otra vez que tomará las medidas especiales de tal y tal, que luego no toma nunca?

En cualquier caso, está claro que, desgraciadamente, la mentira, el engaño y la costumbre de: “decir lo que no se hace para hacer lo que no se dice”, se ha instalado, sin solución de continuidad, en la esfera política. El lenguaje ha perdido todo su valor y la inteligencia su prestigio.

Como bien argumenta el filósofo Serrano Caldera, la práctica de la mentira en la política se produce y acentúa porque ésta “se ha desligado de la ciudadanía y se ha transformado en el oficio de un grupo de personas: los políticos que, cada vez más, actúan en contra del interés general, para atender sus propios intereses y beneficios”.

“La política es el arte de mentir a propósito”, reza el aforismo atribuido al filósofo francés François Marie Arouet, más conocido como Voltaire. “La política es el arte de engañar”, reza el atribuido a Nicolás Maquiavelo. Si así fuera, visto lo visto, coincidirán conmigo que por aquí andamos muy sobrados de artistas talentosos.
 
Lástima que los ciudadanos no sepamos o, mejor, no queramos utilizar los recursos que la democracia nos ofrece para hacer pagar caro estas conductas. Y prefiramos mantener vigentes las palabras de Petronio: "El mundo quiere ser engañado; así que deja que se engañe".


 

Guerra a los valores.

martes, 27 de junio de 2017

Los valores son principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento en función de realizarnos como personas. Más ampliamente, son creencias fundamentales que nos ayudan a preferir, apreciar y elegir unas cosas en lugar de otras, o un comportamiento en lugar de otro, proporcionándonos pautas para formular metas y propósitos, tanto personales como colectivos.

Por el contrario, los “antivalores” marcan las actitudes negativas de una persona o grupo de personas frente a las reglas sociales y deben de producir rechazo y ser motivo de evitación.

Cada día, nos desayunamos con noticias que reafirman un ascenso de los llamados antivalores: Corrupción; injusticia; falta de honestidad, de respeto, de ética, de dignidad; y un largo etc., parecen haberse instalado en nuestra sociedad. Y, lo que es peor, parece que lo estamos fomentando.
 
 
Un ejemplo: La aprobación por el Consejo de Ministros del Real Decreto que permite superar la ESO con dos suspensos y una nota menor del 5, cargándose de plano, entre otros, valores como: el esfuerzo, superación, responsabilidad, disciplina y perseverancia.

Medida populista, de igualar por abajo, que ya tuvo un primer inicio al ofrecerse por comunidades, un plan especial para “regalar” el título de ESO, en 35 semanas y con una bonificación o “prima por estudiar” de 1000 euros.

Otro ejemplo: El anuncio de la Ministra de Empleo de una ayuda de 430 euros mensuales para los jóvenes menores de 30 años que “ni estudian ni trabajan”, que suscriban un contrato de formación. ¿No parece una manera encubierta de bajar el paro?

¿Qué pensarán los jóvenes “si-si” que con gran sacrificio y esfuerzo, plantan cara a los “ni-ni” compaginando estudios y trabajo, costeándose sus propios gastos o matrículas?

¿Cómo harán padres, maestros y profesores para motivar al estudio, si da lo mismo aprobar o suspender? ¿Y el informe PISA? ¿Por qué en vez de gastarlo, no invertimos ese dinero en aumentar becas, para el que no pueda y quiera estudiar; aumentar profesorado de refuerzo, para el que lo necesite; invertir en calidad y mejora de la enseñanza o reforzar la autoridad del profesorado? ¿O eso no da votos?

¿Qué pensarán las personas que, día a día, con actitud positiva salen a la búsqueda de un empleo, llenas de motivación y confianza, persiguiendo ser la mejor versión de sí mismos?

Pues posiblemene que: "pasarse el día viendo Hombres, Mujeres y Viceversa o Gran Hermano, lamentablemete da su fruto". Y así nos va.
 
 
 
 

Los pavos no vuelan

domingo, 4 de junio de 2017
Cuentan que un paisano se encontró en el campo, cerca de la cordillera de los Andes, un huevo muy grande. Nunca había visto nada igual, y decidió llevarlo a su casa.

 

-¿Será de avestruz? -preguntó su mujer-.

-No, es demasiado abultado -dijo el abuelo-.

-¿Y si lo rompemos? -propuso el ahijado-.

-Es una lástima. Perderemos una hermosa curiosidad -respondió cuidadosamente la abuela-.

-Miren, se lo voy a colocar a la pava que está empollando los huevos. Tal vez con el tiempo nazca algo -afirmó el paisano-. Y así lo hizo.

Cuenta la historia que a los 15 días nació un pavito oscuro, grande, nervioso, que con mucha avidez comió todo el alimento que encontró a su alrededor.

Luego miró a la madre con vivacidad y le dijo entusiasta:

-“Bueno, ahora vamos a volar”.

La pava se sorprendió muchísimo ante la proposición de su flamante crío, y le explicó:

-“Mira, los pavos no vuelan. A ti te hace mal comer apurado”.

Entonces todos trataron de que el pavito comiera más despacio, y en la medida justa. Pero el pavito terminaba su alimento y les decía a sus hermanos:

-“Muchachos, vamos a volar”

Todos los pavos le explicaban nuevamente:

-“Los pavos no vuelan. A ti te hace mal la comida”.

El pavito dejó de hablar sobre volar, y creció y murió en la pavada general.

 

¡Pero era un Cóndor!
Había nacido para volar hasta los 7000 metros de altura, ¡pero como nadie volaba!
El riesgo de morir en la pavada general es muy grande. ¡Como nadie vuela!
Muchas puertas están abiertas porque nadie las cierra, y otras puertas están cerradas porque nadie las abre.

 

 

El miedo a volar es terrible, pero la verdadera protección está en las alturas, especialmente cuando se tienen buenas alas.

Ciclistas Urbanos.

jueves, 1 de junio de 2017
Con la llegada del buen tiempo aumenta el número de personas que se animan a coger la bicicleta. Bien para practicar el ciclismo de carretera o ciclismo en ruta; bien para practicar el ciclismo de montaña o de caminos; o bien como simples usuarios que utilizan este medio para sus desplazamientos urbanos. Unos y otros, atraviesan nuestras calles en mayor o menor medida y, al comportamiento de algunos, voy a referirme en mi artículo.
 
 
Es sabido que la bicicleta, además de contribuir al cuidado del medio ambiente al ser un medio extraordinario de moverse por la ciudad sin contaminar, es también una beneficiosa fuente de salud que ayuda a ejercitar nuestro cuerpo mientras nos desplazamos de un lugar a otro. También es cierto que su utilización conlleva un cierto peligro, a veces sobrevenido, por la mala praxis de algunos automovilistas.

En tal sentido, el pasado domingo, se realizaron diversas concentraciones de ciclistas por el territorio nacional, reclamando “más respeto” y un “mayor endurecimiento del código penal”. Ni que decir tiene que, personalmente, estoy totalmente de acuerdo con sus reivindicaciones.

Pero estaría mucho más de acuerdo si “se aplicara la ley a quien lo hiciera mal”. Sin más. Porque ni todos los conductores son una cosa ni todos los usuarios de bicicletas son otra. Hay malos ciclistas, como malos peatones o automovilistas.

Una bicicleta es un vehículo y como tal debe guiarse por la normativa de tráfico vigente, al igual que motos o coches. Y el hecho de ser más vulnerables, no es patente de corso, para considerarse por encima de la ley. Cada uno su responsabilidad. Y los usuarios de bicicletas, no pueden cruzar un paso de cebra montados (al que acceden creyendo tener prioridad de paso); ni circular por las aceras, o atajar por ellas según convenga, (o ir haciendo caballitos, que esa es otra); ni circular en sentido contrario o por el medio de la calzada, entre carriles y sorteando coches a su libre albedrío; ni saltarse semáforos en rojo o señales verticales de dirección y obligación; ni ir más de dos en paralelo, etc.

Sabemos que identificar a un automovilista infractor es relativamente fácil, incluso a posteriori. Pero pedir responsabilidades a un ciclista por un comportamiento peligroso es, en muchos casos, misión imposible.

Respeto, siempre. Pero utilicemos más el sentido común y eduquemos con el ejemplo. Aprendamos así a convivir.
 
 
 
 

Tu Ausencia

martes, 9 de mayo de 2017

Aún resuenan los ecos de tu regreso al Santuario y la Ciudad ya siente Tú ausencia, querida Virgen de la Montaña.

Basta pasear hoy por San Antón, San Pedro, San Juan, Pintores, Moret, Gran Vía, Plaza Mayor, Piñuelas o por los aledaños de la Concatedral de Santa María, para darse cuenta de ello. Seguramente, habrá muchos cacereños, que ni siquiera encontrarán hoy justificación suficiente para bajar hasta allí.

Parece como si la Ciudad hubiera quedado huérfana de sensaciones y emociones. Y el continuo goteo de gente, el bullicioso camino de destino conocido, haya dado paso a la quietud de calles y plazas.

Durante once días hemos vivido un bello escenario de amor, de fe, de devoción, de alegría, de peregrinación, de solidaridad, de ilusión, de esperanza y de vida, en torno al fervor que Cáceres profesa a la Santísima Virgen de la Montaña. Notoria ha sido la participación de niños, adolescentes y jóvenes, además de personas con discapacidad que sorteaban cualquier adversidad para cumplir su deseo de visitar a nuestra Patrona.
Y es que los cacereños sienten una gran devoción hacia esta pequeña Imagen. A Ella dirigieron sus ruegos, a lo largo del tiempo, y depositaron su esperanza en las ocasiones de necesidad grave o extraordinaria. A Ella acuden en los momentos más difíciles de su vida. Con Ella comparten sus vivencias. Y, desde casi cuatro siglos, a Ella agradecen los beneficios recibidos y la maravillosa realidad de su protección amorosa.

Cáceres, se quiera o no, siempre estará unida a la Virgen de la Montaña, y no sólo por cuestión de creencias, sino también por tradición, cultura y simbolismo. La devoción a nuestra Patrona, está en el mismo sustrato de la ciudad y en las emociones de los corazones cacereños, ya sean creyentes o no. Por eso, con el fervor de cada cual pero con respeto a la historia, miles de personas se acercan a recibirla, a visitarla y a acompañarla en su despedida.

Una despedida que, bien lo sabemos, nunca será separación ni alejamiento, sino tan efímera como el liviano vuelo de la paloma en Santa Carlota.


Cáceres, ciudad de migajas

domingo, 16 de abril de 2017
Dice un proverbio árabe: “La primera vez que me engañes, será culpa tuya. La segunda, será culpa mía”. Viene esto a colación por la cantidad de veces que nos han anunciado grandes proyectos para la ciudad y que al final, por unas cosas u otras, o se han quedado en nada o nos han pegado el cambiazo, cual timo de la estampita, por unas cuantas migajas.
 
 
Veamos. Nos prometieron, un “Aeropuerto Internacional” a la altura de Aldea del Cano, asegurando que entraría en servicio en 2012. Después, para variar, cambiaron de idea y nos prometieron un “Aeródromo” a la altura de los Arenales. Al final, ni tenemos aeropuerto, ni tenemos aeródromo, ni tenemos el dinero perdido entre estudios, proyectos y largos etcéteras.

A bombo y platillo, anunciaron la llegada de “El Corte Inglés”. Pero, como aburrimos en trámites administrativos al mismísimo Santo Job, éstos acabaron por desistir, dejando a 500 ilusos sin los empleos soñados y a la ciudad sin grandes almacenes y sin el dinero perdido en la operación.

Anunciaron, también, que en Cáceres se crearía una “Ciudad de las Artes”, única en su concepto, capaz de albergar a artistas de toda Europa. Avenidas, arboledas, auditorios para grandes orquestas de talla mundial y un largo etc., formaban parte del proyecto. Pues bien, ni está, ni se le espera. Y, el dinero, igualmente perdido.

Otras promesas, fueron la innovadora y vanguardista “Factoría Joven”, en  La Mejostilla, que entraría en servicio en 2013. El proyecto “Alfombra Mágica”, para la construcción del Pabellón Ferial de Cáceres. El “Anillo de Atletismo”, que se dijo sería único en la región. O la gran “Reforma del Marco”. A día de hoy, ni Factoría, ni Pabellón Ferial, ni Anillo, ni Reforma, ni el dinero empleado en proyectos, estudios y otros etcéteras.

El “Ave” y su “Centro Logístico”; el disparate del “trasvase de Portaje”; el “Plan Especial de Reforma Interior del Poblado Minero”; y el por qué no acaban instalándose grandes multinacionales en nuestra ciudad, merecen capítulo propio.

Prometen y prometen, a la vez que incumplen e incumplen. No son dos, sino muchas más, las veces engañadas. Y, mientras tanto, los cacereños estancados, sumidos en una especie de sueño eterno y, al parecer, agradecidos por las migajas, vemos pusilánimes como sigue creciendo la ciudad hermana. En fin, hoy es Martes Santo, día de Perdón.
 
 


El Fichaje de los Diputados.

jueves, 16 de marzo de 2017
Según reza el titular de una noticia reciente: “Los diputados aragoneses tendrán que FICHAR desde el día 1 de marzo, para cobrar íntegramente sus dietas por desplazamiento”. Según comentan, la medida es acordada en aras de un mayor control y transparencia de la cosa pública y no descartan que la misma pueda ser adoptada por otros Parlamentos Autonómicos.


A bote pronto, la medida puede parecer dura y desproporcionada, para estos sufridos defensores del interés general. Pero no hay de qué inquietarse. Solamente se les obliga a justificar su presencia 13 días al mes; menos en julio, agosto y enero, claro está, que se rebaja dicha obligación a unos simples 5 días. El resto, hasta un total de 17 días mensuales, con tal de que digan que han estado trabajando, tienen bastante. Vamos, más o menos, como lo hace cualquier otro trabajador.

Como el sueldo es sagrado, y más el suyo, las faltas de asistencia al trabajo se verían afectadas, proporcionalmente, a la parte correspondiente a dietas y kilometrajes. Es decir, sólo a lo que cobran por ir a trabajar. Entre unos 798 y 2.094 euros, en función de la distancia que tenga que recorrer el o la “ilustre”. Si por ejemplo se desplaza un mínimo de 51 kilómetros, su esfuerzo se ve recompensado en torno a 1.446 euros mensuales. Un poco más del doble del salario mínimo interprofesional. Pero eso sí, totalmente libre de impuestos. Vamos, como cualquier otro trabajador.

No me extraña que haya puñaladas traperas para buscarse el chollo político. Con la excusa de defender el interés general, se hacen imprescindibles, convierten la política en su profesión (quizás no tengan otra) y no les importa moverse de un lugar a otro, porque saben acomodarse en cualquier estamento. Se mimetizan en cualquier cargo público de forma instantánea y espectacular. En su caso, no importa el conocimiento. Sólo importa el estar. Y como decía García Pavón, no es que la política sea ninguna tontería, ¡ojo! lo que pasa es que hay mucho tonto viviendo de la política. Una política, de foto y ausencia. Nada más. No los busque usted en ninguna organización social, solidaria o de acción inmediata donde tengan que arrimar el hombro, donde tengan que poner su propio dinero, donde su recompensa sea la satisfacción del trabajo realizado, donde solamente sean simples y desconocidos voluntarios, o donde realmente se defienda el interés general. NO. Para eso ya están los “otros”.

Lástima que este tipo de FICHAJE político no conlleve, como en el deporte, la posibilidad de TRASPASO o, mejor, de poder darles, de una vez por todas, la CARTA DE LIBERTAD.
 
 
 

Carnavales en Cáceres

miércoles, 22 de febrero de 2017
Según de qué cosas hablemos, podemos afirmar de que “cualquier tiempo pasado fue mejor”. Y, si nos atenemos a los Carnavales que se disfrutan en Cáceres, podemos afirmarlo sin ningún género de dudas.

Y es que, a finales de los 80, entre otras cosas, Cáceres era una ciudad alegre, festiva y con un gran ambiente estudiantil que propiciaba, y de qué manera, aperturas e inquietudes culturales muy diversas. Entre ellas, la fiesta lúdica en honor de Don Carnal.
 
 
Locales de referencia, como la Machacona o el Corral, fueron pioneros en la organización de fiestas carnavalescas. En la Madrila Alta, “OK”, fue otro de los precursores. Rápidamente, fueron sumándose numerosos establecimientos repartidos por el centro y la “zona de la movida”. El Ayuntamiento empezaba a subvencionar, tímidamente, a los grupos de animación y comparsas que participaban del evento. Grupos como el “Cebollazo”, “Perdiguerismo Ilustrado”, los “Gussy Luz”, los “Golfines”, “Arapajoes”, o la Comparsa de “Los No Brasileiros”, entre otros muchos, dieron sus primeros pasos. Había premios para disfraces, individuales, colectivos e infantiles; premios para las letras de las murgas y grupos que se atrevían a pisar el escenario; premios para las coreografías en el desfile; y un largo etcétera que hacía que todo se llenase de color, de imaginación, de improvisación, de espontaneidad, de sonidos y de mucha alegría desbordante. Ni que decir tiene que, a ello también contribuía muy especialmente, la festividad del martes de carnaval.

Pero hete aquí que, por un lado, los hechos acaecidos en la madrugada del 12 al 13 de octubre de 1991 (fin de la movida); y, por otro, la insistente invitación de la Corporación de entonces en enfocar la fiesta por un “carnaval medieval”, acabaron por languidecer una fiesta que, sin mucha seña de identidad inicial, no supo sobrevivir a su fuerza emergente.

Para muchos, nos queda el vago recuerdo de aquella época dorada, donde Cáceres se divertía sanamente, en familia, con amigos o simplemente integrándose en un ambiente divertido, capaz de olvidar, a base de música y color, los problemas cotidianos.

Afortunadamente, languidecer no significa morir. Por eso celebro el resurgir de la fiesta y animo a todos, a disfrutarla en armonía. Sanamente, como antaño. Hagamos que nuestra ciudad, vuelva a ser alegre y festiva, aunque solo sea por tres días. Que no volvamos a decir aquello de “...cualquier tiempo pasado fue mejor”.
 
 

Nuestras Tradiciones.

martes, 31 de enero de 2017

Sabemos que, una de las mejores formas de conocer la historia de un pueblo, es a través de sus costumbres, de su lenguaje, de sus fiestas, en definitiva, de sus tradiciones. Hablamos, por tanto, del conjunto de bienes culturales característicos de una comunidad y que se transmite de generación en generación, como parte indispensable de su legado cultural. Sin duda, se trata de una herencia que forma parte de nuestra propia identidad.

Forman parte de ese conjunto de bienes, de ese legado cultural, las fiestas tradicionales de cada localidad. Y en nuestra ciudad no faltan acontecimientos de esta índole en los primeros meses del año.



Empezamos con la "Romería de los Santos Mártires San Fabián y San Sebastián", el domingo más próximo al 20 de enero. Una ya consolidada celebración popular, que ha servido para que los cacereños vuelvan a frecuentar uno de los rincones más bellos de la ciudad, el Paseo Alto.

Dentro de unos días, el 2 de febrero y en recuerdo de La Presentación del Niño Jesús en el Templo de Jerusalén y la Purificación de la Virgen María después del parto, para cumplir la prescripción de la Ley del Antiguo Testamento, se celebrará otra de las fiestas más entrañables de la ciudad, “Las Candelas”, con la procesión de la Imagen desde su Ermita, hasta la Iglesia de San Mateo.

Ese fin de semana, tendrá lugar otra de las celebraciones populares por excelencia, la Festividad de “San Blas”, con la venta de roscas y de los tradicionales cordones, protectores de la garganta, por ser el Santo el patrón de los otorrinos. Masivamente, los cacereños realizarán la tradicional “Bajada a San Blas” y ocuparán la amplia avenida que, desde la Ermita, se extiende hasta la confluencia de las carreteras de Madrid y Monroy. Volverán a verse trajes típicos portados por niños, jóvenes y menos jóvenes que lucirán orgullosos, como lo hicieron nuestros antepasados, a los sones de música extremeña.

Y es que celebrar con los niños y jóvenes nuestras fiestas tradicionales, haciéndolos partícipes del evento, ayudará a mantener su apego por nuestras costumbres y les aportará conocimientos sobre nuestra historia local y cultural que les permitirán compartir una verdadera identidad colectiva.

 
 

Noche de Reyes.

viernes, 6 de enero de 2017

La noche más mágica y misteriosa del año. La noche que hace palpitar aceleradamente los corazones porque, con ella, llegan la ilusión, la sorpresa, los sueños, deseos y anhelos que queremos que sus Majestades hagan realidad.

Una vez más, pero con ánimo renovado, expectante, os veré pasar casi en el mismo sitio de siempre. Llegaréis radiantes, poderosos, repartiendo sonrisas, miradas cómplices, saludos y endulzando con gotas de cariño el clamor de todos los presentes.

Y una vez más, como tantos y tantos años, os entregaré con cada una de mis emocionadas lágrimas de júbilo, mi personal petición de deseos.



A ti, querido Melchor, que según la tradición portaste el todopoderoso “oro”, te pediré que vuelvas a entregar recursos suficientes a todos y cada uno de los necesitados. Que no exista un solo niño sobre la faz de la tierra, en la calle, atemorizado, explotado, con hambre, con sed y descalzo. Que tu presente no se malgaste en destrucción, sino en creación y nuevas oportunidades. Y que la autoridad de tu poder se llene exclusivamente de sabiduría y justicia, apartando de este mundo la soberbia, la sinrazón, el egoísmo, la falta de humanidad y el sentido común.

A ti, queridísimo Gaspar, portador del fragante “incienso”, te pediré que enciendas de amor los corazones más endurecidos. Que desaparezca el maltrato, en cualquiera de sus malditas direcciones. Que aromatices de felicidad las relaciones fraternas. Que nuestros mayores vuelvan a tener ese sitio de especial relevancia y vuelvan a llenarse de ilusión de vida. Y que perfumes de salud y esperanza a nuestros enfermos.

Y a ti, mi respetado Baltasar, portador de la untuosa y balsámica “mirra”, te pediré que devuelvas al mal llamado “Dios Hombre”, el sentido de humanidad. Y así, puedan volver a presidir nuestras vidas, valores tan importantes como el respeto, el esfuerzo, la humildad, la dignidad, la educación, la gratitud, la justicia, la libertad, la responsabilidad, la integridad, la lealtad, la honestidad, la equidad, la igualdad, la tolerancia, la solidaridad y la generosidad.

Sé que es mucho y que no son regalos fáciles, pero la magia siempre tiene un hueco por donde hacerse realidad. Y en una “Noche de Reyes” todo, absolutamente todo, es posible.