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Pasado, presente y futuro. Realidad de todos los días.

Incongruencias

sábado, 20 de noviembre de 2021

La RAE define la palabra incongruencia como: “una falta total de coherencia entre varias ideas, acciones o cosas”; y, en una segunda acepción, como: “una conducta o expresión que contradice a otra o no guarda con ella una relación lógica”. Asimismo, y entre otros, establece como sinónimos las palabras: incoherencia, inconsecuencia, contrasentido, contradictorio o absurdo.

 


No hace falta poner ejemplos. Véase cualquier actividad o mensaje político y habría suficientes como para colapsar el supuesto almacenamiento infinito en la nube. No obstante, quisiera hacer hincapié en tres recientes noticias publicadas en distintos medios de comunicación y su correspondiente reacción política; y que, por ir en consonancia con la definición, puede servir de claro botón de muestra. La primera: “Desciende el número de nacimientos en Extremadura. Se registran, hasta agosto, 234 nacimientos menos que en 2020”. La segunda: “Casi el 70% de los jóvenes extremeños ve nada o poco probable tener hijos y la mitad ve bastante probable abandonar Extremadura antes de 2023”. Y la tercera: “Según informa la Junta, Extremadura tiene el doble de plazas de primero de Infantil que alumnos de 3 años. La baja natalidad en Extremadura dejará sin cubrir más de 7.000 plazas de Educación Infantil el próximo curso”.


Pues bien, tomen nota, según ha aprobado el pasado martes el Consejo de Ministros, el Gobierno invertirá en Extremadura la cantidad de 20.904.738 euros hasta el año 2023 para la creación de 2.052 plazas públicas de Educación Infantil de 0-3 años. A razón de 684 plazas más al año.

Sí señor, “con un par”, que cantara Sabina. ¡Lástima de dinero público! Aunque no sea de nadie, como declaró Carmen Calvo. Lo que está claro es que: “Quod natura non dat, Salmantica non praestat”. O, como decimos por estos pagos, “no se pueden pedir peras al olmo”.

En fin, hoy 19 de noviembre, es también el Día Internacional del Retrete, por Resolución de 24 de julio de 2013 de la Asamblea General de Naciones Unidas. Según la ONU, más de 1.000 millones de personas en el mundo siguen defecando al aire libre, con las consecuencias fatales que sobre la salud pública de ello se derivan. Sinceramente, siempre en sentido figurado, a veces pienso que pocas personas parecen.




Santos, Difuntos y Prespuestos

lunes, 8 de noviembre de 2021

Nos adentramos en el mes de Noviembre, en el que hemos celebrado el Día de Todos los Santos y el Día de los Fieles Difuntos. Y, no sé si como causa efecto de dichas festividades, en el mes en el que, generalmente, se aprueban los distintos presupuestos que regirán el devenir económico del ejercicio siguiente y, por tanto, el bienestar o malestar de la ciudadanía.

Durante unos días, los representantes de los partidos políticos (que NO de los ciudadanos, de los cuales están cada vez más alejados) debatirán con vehemencia intentando hacer creíbles sus distantes posturas y agotando la escasa paciencia que nos queda a los Santos ciudadanos.

 


Y es que, “teóricamente”, los presupuestos deben fijar los objetivos económicos que se pretenden alcanzar durante el ejercicio fiscal; detallar los gastos e ingresos de las entidades y empresas del sector público y establecer las políticas económicas que se llevarán a cabo para alcanzar los objetivos marcados. Pero, “prácticamente”, los presupuestos solo sirven para ratificar el poder que unas comunidades autónomas tienen, con respecto de otras; para evidenciar cómo las grandes inversiones caen siempre del lado de los más beligerantes en detrimento de los sumisos modositos; para comprobar que siempre se apuesta por la subida indiscriminada de impuestos, aumentando la presión fiscal, en vez de por la sujeción del gasto en ministerios, asesores y chiringuitos varios; para demostrar la preferencia por políticas populistas, como el famoso cheque-voto entre otras ocurrencias, en vez de por programas e iniciativas que aseguren el futuro de nuestros jóvenes; para confirmar como son incumplidas cada una de las partidas económicas que, con euforia desmedida, eran celebradas por los diputados cacereños en el ejercicio anterior y que, a fecha de hoy, apenas llegan al 30% de ejecución...


Está claro que el papel todo lo aguanta. Pero una cosa es predicar y otra dar trigo. Y a la vista está que Extremadura, una vez más, queda marginada presupuestariamente. Y Cáceres, en particular y siempre en el mejor de los casos, deberá esperar a la generosidad europea para ver terminados algunos pocos de sus necesarios proyectos.

“Santos”, ya somos, desde luego; pero esperemos no terminar con cara de “Fieles Ciudadanos Difuntos”, ignorados por los presupuestos.