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¡Salve, Montaña!

lunes, 25 de abril de 2022

 “Te fuiste por un año/ y has tardado tres en volver/ Madre de la Montaña/ !No nos lo vuelvas a hacer!”.

Tres años ha tenido que esperar Cáceres para volver a recibir a la más ilustre de sus visitantes, su Patrona. Tres años para volver a vivir ese bello escenario de amor, de fe, de devoción, de alegría, de peregrinación, de solidaridad, de ilusión, de esperanza y de vida, en torno al fervor que la gran mayoría de cacereños profesa a la Santísima Virgen de la Montaña. Tres años de recuerdos, para aprender a echarte de menos. Tres años de deseos contenidos, para aprender a saber esperarte. ¡Tres largos años Montaña!

 

 

Es cierto que en este trienio no hemos dejado de mirar al Santuario, buscando esperanzados Tu consuelo. Y que, en cuanto pudimos, subimos a verte para contarte nuestras “cosinas” y confiar a Ti nuestros miedos, nuestras incertidumbres y nuestras turbaciones.

Pero ya estábamos deseosos de tu visita a la ciudad. Una visita que, sin duda, agita siempre la tranquila vida cacereña, sabedora de que durante once días todo girará en torno a Ti. Una visita que, no por reiterada, deja de ser cada año nueva, como esa savia que rebrota y que transmitiendo energía renueva y revitaliza nuestra vida.

Y es que es mucha la devoción que te tienen los cacereños, Montaña. A Ti dirigieron sus ruegos, a lo largo del tiempo, y depositaron su esperanza en las ocasiones de necesidad grave o extraordinaria. A Ti siempre acudieron, y siguen acudiendo, en los momentos más difíciles de su vida. Y contigo comparten también sus vivencias. Cáceres, se quiera o no, siempre estará unida a la Virgen de la Montaña, y no sólo por cuestión de creencias, sino también por tradición, cultura y simbolismo. La devoción a nuestra Patrona, está en el mismo sustrato de la ciudad y en las emociones de los corazones cacereños, ya sean creyentes o no. Por eso, con el fervor de cada cual pero con respeto a la historia, miles de personas se acercan siempre a recibirla, a visitarla y a acompañarla en su despedida.

“Y es que no hay amor mas sincero/ Virgen de la Montaña/ que Cáceres entero bajo tus andas”.




Parodiando el Sentido Común

miércoles, 6 de abril de 2022

De una manera sencilla, podemos definir el sentido común, como la “Capacidad para juzgar razonablemente las situaciones de la vida cotidiana y decidir con acierto”. Y esto, que parece una verdad de Perogrullo, en la práctica parece misión imposible para los que manejan la llamada “cosa pública”.



El pasado mes de noviembre, bajo el título de “Incongruencias”, expresé el contrasentido de crear nuevas plazas de Educación Infantil en Extremadura, concretamente 2.052 con un coste aproximado de 21 millones de euros, teniendo en cuenta el bajo índice de natalidad en nuestra región y el descenso continuado de nuevos alumnos que se venía produciendo en los últimos años. Pues bien, el juez del tiempo, implacable e insobornable, nos ofrece días pasados el siguiente titular: “Educación dejará desiertas el 40% de las plazas de tres años porque no hay niños”. La idea de crear más plazas fue, por tanto, una espectacular aplicación del sentido común, por parte del “lumbreras de turno”.

Por otro lado, el Instituto Nacional de Estadística de Extremadura, publica las proyecciones de población 2020-2034, indicando que “el envejecimiento y la pérdida de habitantes acompañarán a Extremadura, durante 15 años”. Siendo la ciudad de Cáceres la más afectada con un índice de envejecimiento muy superior al 100, lo que se traduce en la existencia de más población mayor que población joven, como así lo adelantó también la Memoria Dusi (Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado para el municipio de Cáceres).

Pues bien, acorde con dicho envejecimiento, nos encontramos con otro impactante y reciente titular lleno de sentido común: “Nueva campaña municipal para promover el uso de la bicicleta en la ciudad de Cáceres”. Y en su desarrollo incide en el “fomento del uso de la bicicleta como medio de transporte en la ciudad, concienciando para que su uso se convierta en un hábito”. Con un par. ¿Se imaginan a esa mayoría envejecida subiendo la cuesta del Cementerio, Virgen de la Montaña o Hacienda, cual Col del Tourmalet? ¿Acaso no sería mejor incluir en los carriles bicis las señales de “taca-taca” y “andadores”, para ir en consonancia con la edad poblacional? ¡Anda que...!, el día que se gradúen los primeros afectados por el nuevo Decreto de Educación, nos vamos a reír de lo lindo. Al tiempo.