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Gardel y el Hospital

sábado, 27 de enero de 2018
Decía el “visionario” Carlos Gardel en uno de sus más afamados tangos, que “…veinte años no es nada…”. Y esta frase, según parece, ha debido de ser el slogan elegido por los distintos Presidentes, Consejeros, Gerentes y demás responsables sanitarios de esta tan equitativa Comunidad ¿Extremeña?, cuando se trata de hablar sobre el futuro Hospital de Cáceres.
 

Según nos informa el documentado Eduardo Corchero, corría el año 1999 cuando el Hospital San Pedro de Alcántara presenta el Plan Estratégico, aprobado por el INSALUD, en el que se contempla la creación de un nuevo Hospital para Cáceres, con vistas al ejercicio de 2010. Y que es el PSOE quien recoge dicha propuesta en su programa electoral de ese año. Tanto es así, que en el 2002, tanto el Sr. Ibarra, como el Sr. Vara, anuncian que ese mismo año se iniciarían las obras y con finalización de las mismas (después de rectificación) en el año 2007.
 
Pero, al igual que la primera piedra que inauguraron a bombo y platillo en los terrenos del Cuartillo, también debió de desaparecer la varita mágica que utilizaban para hacer obras de tal envergadura tan rápidamente, ¿o quizás sólo valía para prometer? porque pasaron los años y apenas se habían movido los terrenos del tan ansiado, necesario y prometido, hasta el hastío, Hospital de Cáceres.
 
Después llegó el PP, con su Gobierno, y su desfile de Consejeros de Sanidad. Culpas aquí y allá, nuevas promesas y el siguiente resultado: paralización de las obras, judicialización de las mismas y falta de voluntad política para continuar el proyecto, en función de las partidas económicas que figuraban en sus presupuestos.
 
Elecciones, vuelta del PSOE y, para variar: yo te culpo, tú me culpas, pero nadie se culpa. Y mientras tanto, los ilusos y sufridos cacereños seguimos escuchando estoicamente nuevas promesas de unos y de otros, y esperando recoger alguna migaja que se vaya olvidando en los presupuestos autonómicos (que no haga falta en el Sur de nuestra Región, faltaría más) que nos permitan seguir dando, aunque sea de vez en cuando, algún que otro brochazo de esperanza. Qué más podemos esperar, si estamos hablando de Cáceres y de su Hospital.