Top Social

Pasado, presente y futuro. Realidad de todos los días.

Derechos y Refugiados

miércoles, 20 de junio de 2018

Como es sabido, los españoles tenemos una serie de derechos constitucionales, llamados así porque vienen recogidos en nuestra Constitución. Dentro de ellos, destacan los derechos fundamentales, considerados esenciales en el sistema político que la Constitución funda y que están especialmente vinculados a la dignidad de la persona humana.



En mi modesta opinión, podríamos destacar dentro de estos últimos, dos de ellos y considerarlos fundamentalísimos, toda vez que, sin los cuales, el resto de derechos carecerían prácticamente de sentido. A saber, y por este orden, el derecho a la vida y el derecho a la libertad.

En cualquier caso, forman parte de los derechos humanos, definidos como las facultades relativas a bienes primarios o básicos de las que gozan todas las personas por el simple hecho de su condición humana. Estos derechos, son inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua o cualquier otra condición. Y, además, son irrevocables, inalienables, intransmisibles e irrenunciables.

Hoy, 20 de junio, se celebra el Día Mundial del Refugiado, es decir, de aquel ser humano que tiene fundados temores de ser perseguido por motivos de su raza, su religión, su nacionalidad o su pertenencia a un determinado grupo social, que no puede o no quiere regresar al país donde antes tenía su residencia habitual. No son inmigrantes, ni turistas, ni viajeros. Son personas que han debido abandonar su empleo, su familia, sus posesiones, sus sueños y todo lo que implica sentido de pertenencia y arraigo hacia su lugar, con el objetivo de salvar sus vidas, por culta de conflictos armados, conflictos étnicos, desastres naturales, persecución política o la violación sistemática de los derechos humanos.

Un refugiado es un ser humano que, como tal, debe ser valorado, respetado y dignificado, porque no deja de ser una víctima que, con la voluntad de sobrevivir y reconstruir su vida, se permite empezar de nuevo en otro lugar.

"La protección de los refugiados no es solo una cuestión de solidaridad o de generosidad, sino también una obligación amparada bajo las leyes internacionales".
 
Otra cosa, es la utilización política de los mismos.