Se define “trampantojo”, como una Ilusión óptica o trampa con que se engaña a una persona haciéndole creer que ve algo distinto a lo que en realidad ve. Se utiliza mucho en fotografía, con la clásica imagen de la mano que sujeta el sol o la luna; en paredes de fachadas, haciendo ver con pinturas balcones o jardines verticales; en pinturas de suelos, con los conocidos socavones y precipicios de aceras; en joyería, con técnicas de electroforming; en arquitectura, decoración y, últimamente, hasta en gastronomía.
Por otro lado, se define “engañabobos”, como aquello que parece bueno, ya sea por su presentación o propaganda, pero acaba defraudando o resultando un engaño. Y referido a la persona, como: charlatán, embaucador, timador y tramposo, entre otros sinónimos. Todos recordamos a los charlatanes que nos vendían crecepelo, remedios contra las enfermedades y hasta elixires de amor, entre otras “maravillas”.
A veces, cuesta mucho distinguir entre ambas definiciones. Les propongo dos ejemplos:
El primero, la llegada del ansiado tren rápido a Extremadura que, vendido como AVE, no deja de ser un Alvia de segunda mano y con una velocidad punta semejante al tren de la bruja –los escobazos te los llevas si sacas la cabeza por la ventanilla– y que de nada sirve puesto que las conexiones con Madrid, a través de Castilla La Mancha, no han empezado. Mucha propaganda para hacernos ver lo que no existe. ¿Engañabobos o Trampantojo?
El segundo, la minimización del muy publicitado como Mayor Centro Budista de Occidente, sito en el monte Arropez y que, en principio, se extendía por 107 hectáreas con una inversión privada, salvo recortes, de 25 millones de euros. Pues bien, habiendo conseguido ya engatusar con la ilusión óptica correspondiente, y sobrecogidos ahora por la realidad ZEPA, nos informan que el proyecto inicial merma hasta quedarse en 6000 m. (0,6 ha) donde se ubicará un escenario de madera desmontable e incompleto que, al parecer, formó parte del Pabellón de Nepal en la Expo de Milán de 2015.
La estatua del Gran Buda, también se jibariza y de los 40 m. de altura, pasará a poco más de dos metros, que es lo que mide la réplica que, con todos los honores, nos entregaron como “para ir tirando”. ¿Trampantojo o Engañabobos?
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