Dos hombres se dedicaron un día entero a cortar leña. Uno de ellos, trabajó sin detenerse a descansar, juntando una pila de leños bastante grande. El otro, trabajó durante períodos de 50 minutos, parándose a descansar. Al cabo del día, tenía una pila de leños mucho mayor que el primero.
- ¿Cómo pudiste cortar tanta leña? – le preguntó el hombre que trabajó sin descansar.
Esta fue su respuesta:
- Mientras descansaba, afilaba el hacha.
Me ha enamorado la metáfora de éste cuento. Quizás hay que detenerse para pensar bien lo que se hace, mejorarlo y ganar más beneficios. En todos los ámbitos.
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