Como es sabido, el turismo incide positivamente en nuestra economía generando empleos y ejerciendo su efecto multiplicador sobre otros sectores económicos presentes en el destino visitado, como pueden ser: la hostelería, el comercio, el transporte y los bienes y servicios. Es en definitiva, un importante motor de actividad empresarial que impulsa y fomenta el consumo.
Por otro lado, el turismo también nos deja beneficios de otra índole: preservación del patrimonio natural y cultural y nexo de unión entre diferentes culturas, a través de la comunicación entre la gente de los pueblos del mundo.
Nuestro rico patrimonio cultural constituye la materia prima potencial de nuestra actividad turística. Pero, como bien advierte la OMT, dicho patrimonio sólo se convierte en turístico desde el momento en que los visitantes se interesan por él; y sólo se convierte en recurso turístico, cuando mediante la intervención humana es utilizable turísticamente.
Todo esto viene a colación, por la gratísima noticia de que nuestra Ciudad Monumental lucirá su iluminación ornamental todas las noches de todas las semanas del año. ¡Por fin! Y, como suele decirse: “más vale tarde que nunca”. Potenciar la imagen nocturna de Cáceres, como se asegura desde el Ayuntamiento, es una buena acción que, sin duda alguna, reportará beneficios.
Es evidente que, para potenciar la afluencia turística en las noches cacereñas, facilitar las visitas nocturnas iluminando más de 40 monumentos, así como rincones especiales llenos de encanto, es un primer e importantísimo paso para lograrlo.
Como también lo es fomentar la actividad cultural, convirtiendo a Cáceres en ese Festival de Culturas que intentó promocionarse en Fitur/2013.
Ese mestizaje cultural que la historia nos legó, con importante presencia sefardí, musulmana y cristiana debe potenciarse hasta convertirnos en “referente”, si, haciendo de Cáceres "una ciudad singular, diferente por su valor monumental, pero también como foco de actividad cultural con el uso de espacios monumentales en perfecta sintonía".
Como bien se dijo entonces: fusionar patrimonio y actividad cultural es un reclamo para los visitantes que, por complementarias, aporta un valor añadido a la ciudad.
Sigamos pues dando pasos, no dejemos que nuestra iluminada ciudad se apague.
Por otro lado, el turismo también nos deja beneficios de otra índole: preservación del patrimonio natural y cultural y nexo de unión entre diferentes culturas, a través de la comunicación entre la gente de los pueblos del mundo.
Nuestro rico patrimonio cultural constituye la materia prima potencial de nuestra actividad turística. Pero, como bien advierte la OMT, dicho patrimonio sólo se convierte en turístico desde el momento en que los visitantes se interesan por él; y sólo se convierte en recurso turístico, cuando mediante la intervención humana es utilizable turísticamente.
Todo esto viene a colación, por la gratísima noticia de que nuestra Ciudad Monumental lucirá su iluminación ornamental todas las noches de todas las semanas del año. ¡Por fin! Y, como suele decirse: “más vale tarde que nunca”. Potenciar la imagen nocturna de Cáceres, como se asegura desde el Ayuntamiento, es una buena acción que, sin duda alguna, reportará beneficios.
Es evidente que, para potenciar la afluencia turística en las noches cacereñas, facilitar las visitas nocturnas iluminando más de 40 monumentos, así como rincones especiales llenos de encanto, es un primer e importantísimo paso para lograrlo.
Como también lo es fomentar la actividad cultural, convirtiendo a Cáceres en ese Festival de Culturas que intentó promocionarse en Fitur/2013.
Ese mestizaje cultural que la historia nos legó, con importante presencia sefardí, musulmana y cristiana debe potenciarse hasta convertirnos en “referente”, si, haciendo de Cáceres "una ciudad singular, diferente por su valor monumental, pero también como foco de actividad cultural con el uso de espacios monumentales en perfecta sintonía".
Como bien se dijo entonces: fusionar patrimonio y actividad cultural es un reclamo para los visitantes que, por complementarias, aporta un valor añadido a la ciudad.
Sigamos pues dando pasos, no dejemos que nuestra iluminada ciudad se apague.
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